Cocinar es una actividad cotidiana, y su planificación es necesaria para desarrollar hábitos alimenticios saludables. A través de un elemento motivante, como sea la cocina, se potencia el enriquecimiento personal a todos los niveles.
Por ello, presentamos un taller dinámico cuyos intereses se centran en la persona. Se proporcionan herramientas útiles que son extrapolables a múltiples campos, como por ejemplo, estrategias de planificación y organización. Qué y cómo vamos a cocinar responden a este tipo de cuestiones, necesarias para un pleno desarrollo personal.
Elaboramos recetarios adaptados con apoyo visual (pictogramas), que facilitan la comprensión y potencian la iniciativa a la hora de realizar cualquier fase en la cocina. Asimismo, trabajamos la capacidad de resolución de problemas, la búsqueda activa de soluciones y la capacidad de improvisación. ¿Quién no se ha visto obligado a improvisar una cena repentina? ¿Quién no ha tenido que buscar una alternativa culinaria ante la falta de algún ingrediente necesario para elaborar un determinado plato?
Pueden parecer sencillas cuestiones que activan procesos complejos que en ocasiones es necesario seguir potenciando, que servirán en multitud de situaciones cotidianas. Asimismo, se potencia la flexibilidad (la cocina es abierta), se generan debates acerca de gustos e intereses y, expresamos y compartimos.
¡Sí, todo esto mediante la elaboración de recetas tan sencillas como un bizcocho al microondas!
